La canción fue escrita por el cantante principal de la banda, el brillante y extravagante genio Freddy Mercury, nacido como Farrokh Bulsara en 1946 en la isla de Zanzíbar, Tanzanía, en el seno de una familia parsi zoroastraista. Fue lanzada como sencillo en el Reino Unido el 31 de octubre de 1975 y forma parte fundamental del cuatro álbum de estudio de la banda, A Night at the Opera, publicado el 28 de noviembre del mismo año en Londres. En las navidades de 1975 la canción logra alcanzar el puesto número 1 de la lista de las canciones más populares del Reino Unido. Encabezó también las listas en 1976 en Irlanda, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y se posicionó en el 4.º puesto en Alemania, el 7.º en Suiza y el 9.º en los Estados Unidos.
"Bohemian Rhapsody" ha gozado de múltiples resurgimientos de popularidad que la han llevado a escalar nuevamente las listas en varias ocasiones. Tras su primer época de popularidad en los años setenta, la canción volvió a alcanzar el puesto número 1 de la lista en el Reunido Unido en 1991 tras la muerte de Freddy Mercury. En los Estados Unidos llegó al puesto número 2 en 1992 gracias a su aparición en la película Wayne’s World. En el año 2018 con el estreno de película biográfica del mismo nombre (Bohemian Rhapsody) volvió a colocarse alto en las listas. Actualmente, en 2025, se encuentra una vez más escalando posiciones en el Reino Unido con motivo de su 50.º aniversario. (escuchar solo voz y piano)
Una de las mayores peculiaridades de la canción es su capacidad para romper con las normas estructurales convencionales de la música popular. Al igual que su escritor, es única, distinta, incapaz de encajonarse. Empezando por su nombre, "Bohemian Rhapsody"; siendo la palabra “bohemia” significativa de un modo de vida que se aparta de las normas y convenciones sociales y la palabra “rapsodia” dicho de una pieza musical que es formada con fragmentos de otras obras o con trozos de diferentes aires populares. La canción es una mezcla de géneros y estilos variados como balada, pop, ópera, hard rock, soft rock, progressive y armonías vocales a cappella.
La canción cuenta con hasta seis segmentos distintos. Los primeros 22 segundos componen la introducción, con armonías vocales, sin instrumentos, cantadas por Freddy, Brian May (guitarrista de la banda, nacido en Middlesex, Inglaterra en 1947) y Roger Taylor (baterista, nacido en Norfolk, Inglaterra en 1949). Desde el comienzo, con este segmento Queen nos deja ver claramente que esta no será una canción típica pop usual y establece el ambiente dramático, teatral, efectista que se avecina.
El segundo segmento de la canción son 2 minutos y 14 segundos, en los que Freddy Mercury nos regala una balada al piano. En ella, el personaje principal de la canción, interpretado por Freddy, nos confiesa con una narrativa emotiva y melancólica, que ha cometido un acto violento, trágico, grave. Cuando dice “just killed a man”, se puede percibir un aire de culpabilidad e incluso de miedo por lo que ha sucedido. La tensión emocional es palpable. Esto es conseguido por el efecto de overdubbing; efecto de sonido en el cual el productor del disco, Roy Thomas Baker (nacido en Londres en 1946) sobre grabara (sobre doblara) múltiples veces la voz de Freddy Mercury. [Baker también ha sido productor a lo largo de su carrera de muchos otros artistas, entre los que destacan Nazareth, The Cars, Smashing Pumpkins y Guns ‘n’ Roses.]
La tercera parte de la canción es un solo de guitarra de Brian May, de unos 27 segundos de duración. En el mismo, May se expresa de manera altamente melódica, con bends y slides de tonos agudos (treble-heavy) típicos de su señera guitarra, Red Special. Esta guitarra, también apodada como Fireplace, es de fabricación casera. Fue construida por Brian May junto con su padre Harold (ingeniero de profesión), lo cual le otorga un sonido particular y único, casi irreproducible. Con este solo, Brian actúa como una especie de puente entre la balada al piano de Freddy la ópera que sigue. (escuchar grabación instrumental)
El cuarto segmento de la canción es precisamente un rock operático y progresivo que dura un minuto y 4 segundos. En el mismo se puede apreciar la confusión, la tensión, el conflicto y el caos del protagonista. Un conjuro de ideas como figuras e imágenes erráticas, desesperadas, que se abalanzan sobre y desbordan tanto al protagonista como al oyente. Esto es llevado a cabo, majestuosamente por las voces de los tres músicos, Freddy, Brian y Roger. Freddy hace la voz y armonías principales, Brian aporta las armonías bajas (graves) y Roger canta las armonías altas (agudas). De los cuatro músicos integrantes de la banda, John Deacon (bajista, nacido en Leicester, Inglaterra en 1951) es el único que no canta en ningún momento. Al igual que en el segundo segmento de la canción, en este cuarto segmento, el productor Baker, hace un uso especial del overdubbing. "Bohemian Rhapsody" no es, ni de cerca, la primera vez que se utilizara overdubbing de voces en una canción, ese título le corresponde a la cantante estadounidense Patti Page, quien en 1947 hiciera overdubbing de su voz en la canción "Confess" porque no contaba con la capacidad de costear coristas que le acompañaran. Pero "Bohemian Rhapsody" sí que sería la primera vez que se utilizara overdubbing de manera tan excesiva y extrema. Según contara el mismo Baker a la revista EQ en la edición de diciembre de 2001, se sobre grabaron hasta 200 veces las voces de los tres cantantes y tomó un total de siete días exclusivamente para poder completarse dicho efecto.
Tras el crescendo del rock operático, llega la quinta sección de la pieza. Un segmento de hard rock, de 49 segundos de duración. Potentes riffs de guitarras de Brian, la batería energética de Roger, el constante pulso sólido del bajo de John y la voz intensa de Freddy hacen de esta parte uno de los momentos más emocionantes, no solo de esta canción, si no de todo el catálogo de la banda. Se percibe la pared de sonido (“wall of sound”) tan popular de la década de los setenta. Que aunque a veces, en otras canciones, pudiera sonar sobre utilizado, en "Bohemian Rhapsody" encaja perfectamente. Es en este quinto segmento en el que se puede apreciar la enorme aportación de John Deacon, quien en ocasiones pudiera pasar por desapercibido debido a su férreo introvertismo pero que realmente es un pilar fundamental de la banda. En menos de un minuto, su bajo pasea por momentos en los que se entrelaza estrechamente con la batería de Roger para sostenernos a los oyentes sobre unos sólidos cimientos rítmicos, momentos en los que dobla las líneas de la guitarra de Brian para enfatizar la potencia de estas mismas, momentos en los que ofrece contra melodías a la guitarra para darnos más texturas y momentos en los que se libera e independiza para premiarnos con un sutil pero deleitoso groove. Y todo esto lo consigue sin ser ostentoso y sin complicarse. Es el puro ejemplo de que se puede ser simple pero efectivo en mantener la cohesión de una pieza.
Y por último llega el outro. Una coda de 59 segundos que sirve como reflexión. Baja el tempo, desaparece la agresividad y el desenfreno de los instrumentos. Hay un retorno a la balada del segundo segmento y se notan aires de resignación, aceptación e incluso de posible fatalismo y nihilismo del protagonista, cuando canta “nothing really matters”. Llega la catarsis y la pieza termina con unas voces similares a la del intro dejando escapar un “anyway the wind blows” casi de manera exhalada para cerrar completamente el ciclo con un tono como de contemplación. (escuchar grabación solo voces)
Un total de 5 minutos y 55 segundos dura la canción. Casi seis minutos en una era en la que la mayoría de las canciones en la radio duraban entre tres y cuatro minutos. Y todo esto sin tener un coro o un pegajoso estribillo. Una obra que tomó largas semanas de grabación en hasta seis estudios distintos en Gales e Inglaterra para poder conseguir diferentes efectos sonoros. Un producto que es fruto del carácter del 24-track tape machine con el que se consiguió; una grabadora de cintas de extenso uso posteriormente en la década de los ochenta pero que en 1975 era tecnología de vanguardia. Es fruto también de las estiradas y arduas horas de edición (razor blade editing) que conllevaron par poder darle vida a esta mini ópera. Un contra epopeya, si se le quiere llamar así; no una narración extensa, si no una compacta, breve pero tan concisa en los que la banda nos deja en un estado como de aturdimiento. Como cuando culminamos un viaje en una montaña rusa, exhaustos pero encantados, emocionados, estupefactos. La primera vez que una persona la escucha, el impacto es tal que difícilmente lo olvida. El interminable universo de la música está repleto de canciones que son escuchadas de fondo, como relleno, sin que les prestemos mucha atención mientras seguimos con lo cotidiano de nuestra existencia. Esto no sucede con "Bohemian Rhapsody". Es imposible escucharla meramente como fondo. La hipnótica presencia de Freddy, Brian, Roger y John, atrapan tu atención y cautivan tus oídos, como un imán atrae al hierro o al cobalto. Tal es su misticismo.
No hay duda de que es una de las canciones más importantes e influyentes del género rock. Por su innovación musical, por su impacto cultural, por su legado artístico y por sus técnicas de grabación. Todavía se estudia en cursos académicos y universitarios de musicología y de programación de sonido. Con "Bohemian Rhapsody", Queen nos demuestra que se puede salir de lo convencional y crear nuevos caminos. No podemos ni debemos olvidar que es además una de las primeras canciones en tener su propio vídeo promocional para acompañarla. No es la primera canción en tener un vídeo, artistas como Louis Jordan and his Tympany Five, Tony Bennett, The Beatles o Bob Dylan ya habían acompañado canciones con vídeos, pero sí que fue la primera vez que un vídeo tuviera tan fuerte impacto por su enorme rotación en canales de televisión. El vídeo era tan solicitado que el programa británico Top of the Pops lo mantenía con gran continuidad en su rotación de la época. El éxito del mismo ayudó a fundamentar la idea de que los vídeo de música pudieran ser populares y comercialmente exitosos e inspiró de manera directa la creación del canal MTV que luego dominara y se volviera parte integral de la corriente principal en las décadas de los ochenta y noventa.
El legado y la influencia de "Bohemian Rhapsody" son tan gigantescos que medio siglo después la canción continua inspirando a otros músicos, dominando listas y cautivando audiencias. Cientos son los artistas de rock, metal, pop, hip hop, música electrónica o incluso ópera que han mencionado a "Bohemian Rhapsody" o a Queen como influencia directa en su música: Metallica, Guns ‘n’ Roses, Def Leppard, Muse, Foo Fighters, Nirvana, Lady Gaga, George Michael, Bruno Mars, Mika, Adele, Dream Theater, Monserrat Caballé, Radiohead, Red Hot Chili Peppers, Coldplay, Beyoncé, Jay-Z, Run-D.M.C., Public Enemy, Ice Cube, Eminem, Rage Against the Machine, Pink, U2, Green Day, Lil Wayne, Kendrick Lamar, entre muchos otros, han admitido su admiración o aprecio por Queen en algún momento.
La canción "Bohemian Rhapsody" es un símbolo de la innovación, creatividad, libertad artística y capacidad de expresión de la mente humana. Generación tras generación han sido expuestas a esta maravillosa obra y todas han sido hechizada por su brillantez, por su originalidad y por su ingenio. Hasta la fecha (noviembre del 2025) la canción tiene más de 6 billones de streams entre todas la principales plataformas. Más de tres billones en Spotify, casi 2 billones en YouTube. Se encuentra entre las 100 canciones más streamed de todos los tiempos. Es la canción del siglo 20 que cuenta con más streams en todo el mundo. Todas las canciones que tienen más streams que "Bohemian Rhapsody" fueron compuestas y lanzadas en el siglo 21 y son un producto de los actuales tiempos del streaming. "Bohemian Rhapsody" a pesar de ser un producto que antecede la era del streaming por más de 25 años, se posiciona cómodamente entre las otras piezas más modernas, codeándose entre ellas sin complejo alguno.
Una canción de 50 años pero que al igual que Peter Pan, se niega a envejecer y se mantiene fresca, moza, vital, vigente, relevante. Una canción, que al igual que Freddy Mercury, permanece apasionada, eterna, inmortal, original, única.
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