Tuesday, June 16, 2015

Reseña: Fito Páez "Solo al piano"



Dicen que veinte años son nada, pero en la realidad de la vida cotidiana este lapso de tiempo cumple ciclos, mueve generaciones, algo por lo cual en ciertas ocasiones no parece tener efecto en lo más mínimo en la música; especialmente con los grandes artistas y sus grandes canciones. Hace veinte años atrás, con distinto escenario y circunstancias se presentaba en la isla Fito Páez. Para ese entonces, tal vez, incomprendido y desconocido por muchos de los asistentes, quienes posiblemente desfilaron curiosos en el boom momentáneo del rock en español que atravesaba la isla en la época.Para muchos su presentación era novedad, para otros, un deleite escucharle, disfrutar y ver como luego de varias décadas, al fin, comenzaba a estrecharse ese espacio entre artistas latinoamericanos del género junto a la emergente y creativa escena local. Sonando en todo su apogeo se encontraba "Mariposa Tecknicolor" y en la cima se encontraba su tan laureado Circo Beat (1994), su novena producción. Las opiniones sobre su presentación en aquel entonces varían dependiendo a qué generación pertenezcas, pero la realidad del caso se refleja ante lo antes mencionado, su experiencia. Un artista con la trayectoria de Rodolfo (Fito) a esas alturas de su carrera, con su calidad y su profesionalismo, no tenía otra verdad misma que la de haber ofrecido un espectáculo e interpretación de primera; incluso hasta en el momento penoso de aquel botellazo que recibió de algún inmaduro. Generaciones como la nuestra, atrapada entre los no tan jóvenes ni los no tan mayorcitos para aquel entonces, estarán deacuerdo en una cosa: Hace veinte años y ahora, Fito es y sigue siendo uno de los grandes. Ya sea con banda o Solo al piano, interpretando las canciones que lo han hecho grande de una manera magistral haciendo homenaje, también, con sus interpretaciones a aquellos que admira.

Veinte años pasaron y no fue hasta este entonces, que una producción sublimemente excepcional, organizada y responsable, como lo es Producciones Luna Nueva y su equipo de trabajo, decidieron reconectarnos con el artista y cumplir con lo esperado, una velada para recordar, que según el artista, se repetirá. La apertura del evento estuvo a cargo de Katira María, quien no hace mucho había tenido en una única presentación, exitosa, sus canciones 3 A.M. en el Punto Fijo, CBA de Santurce. La intérprete local subió a escena a eso de las 7:30pm acompañada en la guitarra por Chris Galán. El dúo se armó para interpretar tres temas tan concisos como variados de lo mejor de su repertorio que incluía "
A Donde Vas" y "Every Word You Say" de su autoría y su versión de "Con Toda Palabra" de Lhasa de Sela. Su interpretación dejó un buen ambiente entre los asistentes y no desentonó para nada la ansiosa espera del astro rosarino, por el contrario, fue una grata sorpresa.

 Foto por José Madera para Producciones Luna Nueva

Cumplida las ocho menos cuarto el silencio se apoderó del teatro, quebrantándolo al unísono con la aparición de Páez, vestido de negro y con sus peculiar lentes y cabello rebelde. El cantautor puso fin a la espera con la interpretación de un medley de éxitos compuesto por 
“Y dale alegría a mi corazón", "Cable a tierra”, “Pétalos de sal”, “Tema de Piluso” y “El amor después del amor”coreados y ovacionados de principio a fin. El concierto significaba el retorno a la isla y la culminación de una gira que se extendió por varias de las ciudades más importantes en los Estados Unidos.

Luego de ganarse al público con ese detalle como carta de presentación, digna de una reconciliación de ausencia indirecta en la cual poco tiene culpa, el intérprete saludó al público y continuó con la interpretación de “Desarma Y Sangra” de Charly García, seguida de “11 y 6” y “La Rueda Mágica”. Algo destacable de la noche fue la conexión directa y dinámica con el público, que contó con anécdotas sobre las canciones y sus creadores, en el caso de los covers como “El Breve Espacio En Que No Estás” de Pablo Milanés, “Los Ejes De Mi Carreta” de Atahualpa Yupanqui y “Meu Bem, Meu Mal” de Caetano Veloso. “Dar es Dar” continuó la presentación para entonces hacer una breve pausa a segundos de comenzarla, recibiendo la atención total y el silencio del teatro para entonar a capella “Yo Vengo A Ofrecer Mi Corazón”. Momento que volvió a despertar la ovación de los presentes que apasigua tenuemente interpretando “Nocturno En Sol”, una pieza instrumental al piano. Luego con “Tumbas De La Gloria” continuó demostrando su versatilidad en el piano para luego tocar “Detrás Del Muro De Los Lamentos”.
Entonces llegó “Un vestido y un amor”,
 entre la historia detrás de la misma, risas y la naturalidad con la que se abre a su público, comenzó una de sus canciones más populares e íntimas. Mientras, el público se preparaba para lo que estaba por venir, “Al Lado Del Camino”. En medio del delirio del público ante ambas interpretaciones, Fito se levanta, saluda y tiene un breve descanso, el cual aprovecha para cambiar atuendo al ya tradicional, sello de la casa, traje color fushia. Una vestimenta para revivir y atraer la versión más rocanrolera del artista. “Brillante sobre el Mic” abrió esta nueva faceta de su show seguida por su emblemática “Mariposa Tecknicolor” que despertó una euforia descontrolada del público cual domingo en el culto. La gente brincaba, cantaba, enloquecía en lo que definitivamente fue el desahogo a esos veinte años de espera, culminando el espectáculo con “Rodar Mi Vida” mientras exclamaba que había sido "el mejor show de mi vida". Para muchos, ciertamente lo fué. Queda pendiente una promesa que esperemos no quede en el aire, así como también muchas canciones por escuchar. Agradecemos tanto a Katira y a Fito por la noche, así como a la producción del evento por la atención y el trato, que se repita.
Foto por José Madera para Producciones Luna Nueva