Sunday, August 2, 2015

Reseña: Jorge Drexler presenta Perfume en el Choliseo (2.8.2015)




Llegó el primer sábado de agosto con una sorpresa grata para aquellos que valoramos y seguimos la buena música y sus protagonistas. Hace poco menos dos años nos visitaba Jorge Drexler, en aquella ocasión -Teatro UPR, Río Piedras- nos ofrecía una versión más íntima, personal: voz y guitarra. Muchos salimos satisfechos y con ansias de que regresara con su espectáculo más completo, algo que prometió y cumplió, esta vez en el "Choliseo", como cariñosamente le decimos al Coliseo de Puerto Rico, José Miguel Agrelot.
Podríamos malgastar este espacio para hacer comparaciones entre ambos eventos (Teatro y Choliseo), pero no. Son lugares distintos que proponen propuestas y presentaciones distintas, algo que favorece o pone a prueba al artista. Tampoco hay razones, ni quejas para entrar en detalle con ambas producciones; ambas buenas. Esta vez, el escenario sirvió como espacio para un montaje de luces que similó un reloj de arena gigante sin movimiento, como si entráramos a un momento sin tiempo, puesta, que inevitablemente entró en nuestro subconciente y nos transportó a Perfume; el espectáculo sonoro del cantautor uruguayo junto a Luciano Supervielle. Además, contó con el respaldo escénico local de La Banda Acústica Rodante, antes y durante su presentación.
La Banda Acústica Rodante estuvo a cargo de abrir el concierto, presentando una versión distinta de su proyecto. La superagrupación de exitosos cantautores, y originalmente compuesta por Nore Feliciano, Mikie Rivera, Rucco Gandía, Tito Auger y Wálter Morciglio, contaron con la aportación, y acoplamiento de manera natural, de José Jorge Medina; cantautor también y mitad del proyecto +Que2 junto a Morciglio. Medina cubrió la baja de Auger, añadiendo su talento y voz a la propuesta del grupo. El repertorio que incluyó tres guitarras, cajón, maraca y la acostumbrada armonización vocal de sus integrantes, contó con los temas “Todavía”, “A dónde voy”, “#24”, "HF", “No cantaré” y “Nada particular”. La banda, como acostumbra, presentó una mezcla de temas de su autoría mostrando profesionalismo, experiencia y su capacidad de adaptación, de una manera resfrecante; al transformar temas popularizados por cada uno de los integrantes que la forman.

Con "Causa y efecto" apareció en escena Luciano Supervielle y Jorge Drexler con un formato de espectáculo electroacústico donde Luciano demostró su talento de acompañamiento como dj y pianista del artista. “Polvo de estrellas”, “Sanar” y “El pianista del guetto de Varsovia”. se sumaron a la lista para luego ceder protagonismo a Supervielle nuevamente, quien tocó “Felisberto”, una de sus composiciones dedicadas al escritor uruguayo Felisberto Hernández.
Con Drexler de vuelta, se retomó el cancionero de composición del mismo, brindando “La edad del cielo” y “Perfume”, canción que da nombre a la gira. “Eco” y “Fusión” dieron la bienvenida a su guitarra acústica, envolviendo más al público que cada vez se sentía más a gusto en el concierto, similando la intimidad de la pasada presentación del artista en la isla. “Sea” y “Guitarra y vos” le seguían, mientras el cantautor continuaba con su peculiar estilo de improvisación entre rima y guitarra. Acto seguido tocó la “Milonga del moro judío", que dedicó a Juan Antonio Corretjer, mientras desataba la narración de la historia de su composición, luego de haber tenido una conversación con Joaquín Sabina.
 

Entonces llegó su aclamada y premiada, “Al otro lado del río” la cual hizao a capela, para luego invitar al escenario a Ileana Cabra de Calle 13 y entonar juntos "Olas y arena", de Sylvia Rexach.
Los siguientes temas fueron “Adonde van los pájaros”, “Se va, se va, se fue” y “Universos paralelos” junto con Ismael Cancel, baterista también, de la banda Calle 13. “Deseo”“Luna de rasqui”, “Bailar en la Cueva” y “Bolivia” completaron lo que podría ser la culminación de un buen concierto, que para despedirse, el cantautor remató con su sencillo "Todo se transforma", junto a La Banda Acústica Rodante.
Drexler es un hombre sencillo, con un encanto como pocos, que posee el don de la palabra, sustentada por una propuesta musical astuta, simple y efectiva ante todo tipo de público
. Drexler es Drexler sin importar ante quien y como se presente; Drexler siempre un placer.